Tanzania, el país más extenso de África Oriental, es el destino perfecto para los viajeros que deseen hacer un safari y disfrutar de la vida salvaje en su hábitat natural. Recorra el Parque Nacional de Tarangire, en el que le esperan su sorprendente fauna y sus majestuosos y longevos baobabs. Tampoco se pierda el del Serengueti, que alberga cerca de 3 millones de mamíferos gracias a las grandes migraciones desde Kenya. Además, es un enclave idílico para contemplar los característicos atardeceres rojizos africanos. Diríjase al Lago Manyara, escenario de Las verdes colinas de África, de Hemingway, cuyas aguas salinas acogen a multitud de especies y en el que le cautivarán los leones trepadores que se posan en las acacias. Si quiere relajarse y disfrutar del mar, las conocidas playas del archipiélago de Zanzíbar, como Pongwe y Nungwi, destacan por sus arenas blancas y aguas cristalinas.