La pintoresca ciudad de Lisboa se extiende a lo largo del río Tajo mientras sus calles adoquinadas y callejones de inspiración árabe se precipitan hacia la gran Praça do Comércio, del siglo XVIII, y los elegantes edificios que bordean el paseo marítimo. El casco antiguo se despliega sobre dos colinas, Alfama y Bairro Alto, cuyos miradores se contemplan entre sí a través del gran distrito neoclásico de Baixa y sus calles comerciales en cuadrícula. Es una urbe construida para el descubrimiento pausado, tropezando con pequeños cafés y bares que invitan a tomar una bebida fría o un sabroso aperitivo.
El antiguo distrito morisco de Alfama es un placer para el paseante. Sus empinadas y estrechas calles empedradas se abren a pequeñas plazas dominadas por balcones de hierro forjado cubiertos con geranios y repletas de cafeterías y restaurantes con terraza. Serpenteando hacia el río, Alfama está coronada por el Castelo São Jorge, con sus hermosos jardines, pavos reales y elevadas escaleras que brindan algunas de las mejores vistas de la ciudad.
El Bairro Alto (literalmente, Distrito Alto) se encuentra frente a Alfama. El lugar donde se concentra el mayor número de cafeterías, restaurantes y bares de Lisboa está repleto de interesantes lugares para comer, beber y divertirse toda la noche. Cerca del corazón de la acción, pero escondido en una tranquila calle secundaria, el Memmo Principe Real, Lisbon, a Member of Design Hotels es el lugar perfecto para hospedarse, con una maravillosa panorámica y piscina al aire libre.
El atractivo distrito de Belém es conocido por sus museos e historia marítima. Vasco da Gama zarpó desde aquí rumbo a la India, y fue donde se construyó el imponente Mosteiro dos Jerónimos en el siglo XVI para dar gracias por su regreso sano y salvo.
Tome el ascensor hasta la cima del Monumento a los Descubrimientos para disfrutar de las vistas del monasterio y el río, y camine por el techo de hierba del MAAT, Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología de Lisboa.
Este cuidado parque, que cuenta con estanques, invernaderos y una gran cafetería, asciende desde el bulevar principal de Lisboa, la Avenida da Liberdade. A un corto paseo desde su parte superior, el Museo de Arte Gulbenkian es la colección privada del imán armenio Calouste Gulbenkian. Alberga una fascinante variedad de vidrio, orfebrería, porcelana, joyería y textiles del antiguo Egipto, Turquía, Grecia, Roma y China. También podrá disfrutar del arte europeo de artistas como Monet, Degas y Renoir, además de alhajas de Lalique.
Hospédese muy cerca en el Sheraton Lisboa Hotel & Spa, desde cuya localización se contempla uno de los mejores paisajes de la urbe, o en el cómodo y contemporáneo Moxy Lisbon City, con su elegante piscina en la azotea. Un poco más al norte del parque y el museo, el amplio y luminoso Lisbon Marriott Hotel ofrece habitaciones con balcón para disfrutar de las vistas a la capital lusa y una relajante piscina al aire libre ubicada en un bello jardín.
La escena gastronómica de Lisboa se ha disparado en los últimos años, con nuevos chefs que fusionan la cocina tradicional portuguesa con influencias de todo el mundo, produciendo algunos de los platos más emocionantes de Europa.
Para una comida memorable, reserve en Belcanto, de dos estrellas Michelin, o en su versión vegetariana, Encanto (una estrella Michelin), ambos dirigidos por el cocinero superestrella lusitano José Avillez. Alójese a un minuto a pie de Belcanto en el suntuoso hotel The Ivens, Autograph Collection, un antiguo almacén del siglo XIX hermosamente reformado en el exclusivo distrito de Chiado.
Para cenas más informales, ponga rumbo al Time Out Market, donde podrá degustar todo tipo de comida y bebida, desde la tradicional portuguesa hasta pasta, sushi y curris. Los puestos dirigidos por chefs con estrellas Michelin, como Henrique Sá Pessoa, se dan la mano con quioscos de donuts o helados artesanales: simplemente, haga su pedido y luego tome asiento en las mesas comunales en medio de este antiguo mercado de frutas y verduras.
Mientras pasee por Alfama en verano, no debe perderse los tentadores aromas de las sardinas asadas. Las mesas y parrillas se instalan en callejones estrechos y en plazas empedradas: para disfrutar de un excelente almuerzo, siga su olfato o diríjase a Pateo 13 para degustar un plato de sardinas en un patio bajo las vides.
Esta deliciosa tarta de hojaldre sabe aún mejor en su lugar de nacimiento en Belém, donde se sirve recién salida del horno y se espolvorea con canela y azúcar glas. Ningún lugar menor que el Pastéis de Belém original, con sus bonitas paredes de azulejos y laberínticas instalaciones, en las que elaboran estas delicias desde 1837.
Lisboa es conocida por sus excelentes pescados y mariscos, y donde se saborean mejor es en una de las cervecerías tradicionales (cervejarias) de la villa. Una buena opción es Cervejaria Ramiro, que lleva más de 60 años sirviendo cangrejos, langostas, langostinos, almejas y todo tipo de mariscos frescos preparados de forma sencilla.
Uno de los tranvías de madera originales de Lisboa, el número 28, aún recorre sus estrechas calles y plazas. Su ruta escénica tarda aproximadamente una hora en recorrer Alfama, el distrito comercial de Baixa, Praça do Comércio, el Bairro Alto y pasar ante la hermosa Basílica da Estrela.
Los gigantes europeos Sporting de Lisboa y Benfica juegan fútbol de primera calidad en los suburbios de la zona norte, y ver un partido entre los apasionados aficionados portugueses es una experiencia única. Las entradas son generalmente fáciles de conseguir en sus páginas web. Si le apetece asistir a un partido, el Lisbon Marriott Hotel es una excelente opción: está cerca de ambos estadios y ofrece relajantes jardines y una piscina.
Esta fascinante metrópolis también cuenta con uno de los acuarios más grandes de Europa, el Oceanário de Lisboa, construido para la Expo de 1998, donde puede observar nutrias, pingüinos, tiburones y pulpos. El acuario es parte del Parque das Nações, de unos 5 kilómetros de largo y está situado frente al mar, que se completa con un museo de ciencias, teleférico, teatro, sala de conciertos y muchas fuentes y jardines. Quédese justo al lado del parque en el elegante y moderno Moxy Lisboa Oriente.
Realice una excursión de un día a la localidad de Sintra, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y antigua residencia de verano de la familia real portuguesa. Escondidos entre colinas boscosas, se encuentran las ruinas de un castillo árabe, los hermosos jardines subtropicales de Monserrate y dos lugares reales, incluido el extravagante Palacio da Pena, en lo alto de una colina con vistas a la costa.
El precursor de la escena del arte callejero de Lisboa fue Vhils y la ciudad está salpicada de fantásticos ejemplos de su trabajo y el de otros. Eche un vistazo al Muro de la Fama de Amoreiras, el graffiti más grande de la península ibérica, y el Caracol da Graça, un empinado callejón bordeado de arte callejero.
Si está buscando cosas alternativas para hacer en Lisboa, visite la moderna LX Factory. Ubicado en una antigua zona industrial debajo del puente 25 de abril, este laberinto de viejos almacenes y contenedores de transporte marítimo reutilizados como tiendas, estudios, restaurantes y bares es muy divertido.
Lisboa es conocida por sus azulejos pintados, y podrá admirar algunos grandes ejemplos en las estaciones de metro, con diseños de los pintores Maria Keil, Eduardo Nery y Ângelo de Sousa. Desde las grandes esculturas de mármol en la estación Campo Pequeno hasta los diseños art déco de colores brillantes de Avenida Infante Santo y los audaces patrones contemporáneos en Chelas, las obras de arte por sí solas hacen que un viaje en metro merezca la pena.
Publicado: Abril 11, 2023
Última actualización: Abril 12, 2023
Etiquetas de artículo: Lisboa
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