Cada uno de los barrios de Madrid tiene su propio carácter distintivo. Podría pasar una mañana explorando el laberinto de calles adoquinadas del Madrid de los Austrias, antes de empaparse del ambiente bohemio de Malasaña por la tarde. Seguir los pasos de los grandes literatos de España en el Barrio de las Letras le dará una idea de la ciudad, y los animados bares de Chueca, otra completamente diferente. A pesar de lo alegremente diversos que son estos vecindarios, ciertas características los unen: en toda la urbe, los visitantes encontrarán una vida que fluye tranquila junto con tradiciones castizas arraigadas desde hace mucho tiempo.
Visitar uno de los muchos mercados de Madrid permite vislumbrar cómo los madrileños pasan el fin de semana. Diríjase a El Rastro, enorme mercadillo dominical al sur de la Plaza Mayor, y encontrará de todo, desde plantas y moda hasta antigüedades y curiosidades. El Mercado de las Ranas, por su parte, es un proyecto comunitario popular que se celebra el primer sábado del mes en el Barrio de las Letras, con puestos de artesanía y actividades para cualquier edad.
Los mercados gastronómicos se han convertido en templos modernos de la culinaria española. Para experimentar la pasión local por la comida y la bebida, diríjase al Mercado de San Miguel, en el Barrio de los Austrias, al de San Antón, en Chueca y con una atractiva terraza en la azotea, o al moderno ambiente de street food del Mercado de San Ildefonso, en Malasaña.
Junto a los puestos que venden productos frescos, encontrará bares de tapas donde podrá tomar su bebida favorita y saborear delicias como suculentas vieiras de Galicia, delicadas anchoas de Cantabria o lonchas de jamón ibérico de Extremadura.
Los amantes del arte, sin duda, se sentirán atraídos por el Paseo del Prado que bordea el Barrio de Las Letras. Este frondoso bulevar, recientemente declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, alberga el famoso Museo del Prado, que exhibe artistas españoles desde Goya hasta Velázquez. El cercano Museo Thyssen-Bornemisza abarca la historia del arte desde el siglo XIII hasta el siglo XX.
Una vez que haya presentado sus respetos a estas grandes obras, es hora de conocer los barrios para descubrir una vibrante escena cultural que está produciendo una nueva y emocionante generación de artistas.
Conde Duque, en Malasaña, ha visto un enorme antiguo cuartel militar transformado en un espacio expositivo dedicado al arte contemporáneo. Pasee por las calles que lo rodean y suba hasta Chueca, y se topará con pequeñas galerías independientes que ofrecen obras asequibles de autores locales. Busque el vibrante arte pop en La Fiambrera, en la Calle Pez, y las creaciones idiosincrásicas en Mad is Mad, en la Calle Pelayo.
El verdadero ‘gato madrileño’, expresión cariñosa para alguien nacido en la capital, como antes sus padres y abuelos, le dirá que ser de esta ciudad es disfrutar de la vida.
Madrid es el arte del aperitivo: reunirse con amigos para tomar un vermut antes del almuerzo en la Taberna de Ángel Sierra, en Chueca, o un vino de Jerez, acompañado de una tapa de mojama en La Venencia, en el Barrio de las Letras. Es comer un bocadillo de crujientes calamares en la Plaza Mayor, picar un pincho de tortilla de patatas o saborear un abundante cocido de garbanzos en una de las posadas históricas como La Bola, cerca de la Plaza Oriente.
Pero Madrid también presume de una gran cantidad de restaurantes modernos que traspasan los ‘límites’ de la gastronomía, encabezados por algunos de los chefs más famosos del país. Uno de ellos se encuentra en el JW Marriott Madrid, donde el concepto gastronómico de Qú, del cocinero con dos estrellas Michelin Mario Sandoval, lleva a los comensales a un viaje a través de lo más alto del arte culinario español.
Explorar los barrios centrales de Madrid revela cómo la vida urbana moderna se entrelaza a través de un rico tapiz de historia y tradiciones locales. Disfrute de las vistas del Palacio Real con un paseo por la Plaza de Oriente y los Jardines de Sabatini, construidos en el siglo XIX y bordeados por estatuas de personajes de la historia nacional. Aquí, al caer la noche, podrá presenciar uno de los atardeceres más impresionantes de esta metrópolis.
En el literario Barrio de Las Letras, caminará por calles adoquinadas adornadas con extractos de Don Quijote, obra de Miguel de Cervantes, o palabras escritas por su rival del siglo XVI, Lope de Vega.
El vecindario de Malasaña lleva el nombre de la costurera que desató el levantamiento del Dos de Mayo contra las tropas napoleónicas en 1808. Aquí, alrededor de la plaza que conmemora la fecha, todavía encontrará algunos bares y discotecas emblemáticos que saltaron a la fama durante la Movida madrileña, movimiento cultural de los años 80, como La Vía Láctea o Madrid Me Mata.
El amplio bulevar de la Gran Vía que sube desde la Plaza de España brinda suficientes tiendas emblemáticas como para mantener fija la vista de los amantes de las compras en sus atractivos escaparates, pero también vale la pena mirar hacia arriba. Las fachadas y tejados de los edificios de la Belle Époque que hicieron de esta la calle más de moda de Europa en la década de 1920 son un placer para los ojos.
Un elegante rediseño de un antiguo club de caballeros, Círculo Gran Vía, Autograph Collection, ofrece una panorámica espectacular de la icónica avenida. También está a un paso de barrios que prometen una experiencia de compra diferente. Chueca presume de pequeñas galerías, tiendas de diseño y conceptuales, y su calle Augusto Figueroa alberga a extravagantes diseñadores de calzado. La cercana Malasaña es el sueño de cualquier comprador vintage, con tiendas retro y de segunda mano repartidas por la Calle Pez, Espíritu Santo y San Andrés, como Alphaville Vintage o Mucho Vintage.
En Madrid, secretos encantadores aguardan al viajero curioso. Busque el cartel ‘Venta de dulces’ en el Monasterio del Corpus Christi (también conocido como Convento de las Carboneras), en el corazón de los Austrias, llame al timbre y una de las monjas aparecerá en la ventanilla para venderle galletas, mantecados y pastas caseras.
Suba las escaleras de la institución cultural Ateneo, en Las Letras, para encontrar una biblioteca que le transportará a una época en la que este distrito era el centro de aprendizaje del Siglo de Oro en España.
En la esquina de la calle de la Puebla encontrará uno de los secretos mejor guardados de Malasaña. Nada en el exterior de la iglesia de San Antonio de los Alemanes da una idea del espectacular interior: paredes y techos pintados al fresco le han valido su apodo de "Capilla Sixtina de Madrid".
Publicado: Octubre 07, 2024
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