Hemos viajado desde Tanzania hasta Arabia Saudí para descubrir estas siete islas remotas que prometen a los visitantes aguas cristalinas, playas idílicas y avistamientos de vida salvaje irrepetibles. ¡Y lo mejor es que no hay casi nadie alrededor!
Al este de la costa de Tanzania se encuentra el archipiélago de Zanzíbar, conocido por sus aromáticos campos de especias, sus amplios arrecifes de coral, sus paisajes diversos y unas antiguas ruinas que datan del siglo VI.
Tras un rápido vuelo de 30 minutos hacia el norte, estará en Pemba, la segunda isla más grande de Zanzíbar, donde le espera un auténtico retiro. Ubicada en el extremo norte de la isla, encontramos Vumawimbi Beach, una playa de arena inmaculada con aguas tranquilas y cristalinas que son ideales para practicar esnórquel.
Primero hay que hacer un relajado viaje por carretera de 480 km por la costa de Omán desde Mascate y luego un trayecto en ferry de 90 minutos. Así llegará a Masirah, una isla (casi) desierta conocida por sus vientos costeros favorables (el sueño de cualquier surfista), playas de arenas doradas, excursiones para hacer esnórquel y buceo, y algunos de los cielos nocturnos más auténticos del mundo.
En las templadas aguas turquesas del Mar Arábigo también nadan delfines y manadas de ballenas jorobadas en ruta migratoria que se pueden avistar fácilmente desde la costa.
Las arenas desérticas también son un lugar de anidación privilegiado para cuatro especies distintas de tortugas marinas, incluidas las tortugas bobas, que tienen la mayor colonia del mundo en Masirah.
La isla volcánica tropical de Mauricio es el sueño de todo amante del mar: su riqueza natural se despliega desde los arrecifes de coral en las lagunas turquesas poco profundas del norte, hasta las impresionantes puestas de sol a lo largo de la península de Le Morne en el suroeste.
Con más de 170 kilómetros de litoral, seguro que nunca se quedará sin playas remotas que descubrir. No obstante, si prefiere explorar el interior, hallará excelentes tiendas y restaurantes en el extremo norte de la isla.
Para pasar un día de relajación perfecto, haga una excursión hacia el oeste a Tamarin Bay, una playa poco conocida de arena blanca cuyas cálidas aguas azules atraen a grandes grupos de delfines. Pero levántese temprano, ya que es más fácil avistarlos en las primeras horas del día.
Definitivamente, las islas Seychelles son la mejor opción para perderse, porque tienen aguas cristalinas, frondosos bosques repletos de especies exóticas, y sobre todo tienen complejos remotos en islas privadas a los que solo se puede acceder en helicóptero.
Tras un par de días de aislamiento en total intimidad, en su franja virgen de playa privada, diríjase al sureste hasta la pequeña isla de Moyenne.
Puede pasar el día haciendo esnórquel en los arrecifes cerca de la costa o adentrarse en uno de los muchos senderos naturales. Designada actualmente como el parque nacional más pequeño del mundo, la isla alberga más de 100 tortugas terrestres.
Aunque los visitantes ahora suelen acudir en masa a Baréin por sus llamativas carreras anuales de Fórmula Uno y sus estancias en hoteles de lujo, este país insular de Oriente Medio aún tiene mucho que ofrecer al viajero que busca experiencias fuera de lo común.
A Baréin se le conocía en el pasado como la «Isla de las perlas» debido a su próspero comercio marítimo de preciosas gemas marinas. En la actualidad, los viajeros pueden conocer la historia de las perlas, que se remonta al siglo XIX, en Bu Maher Fort, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Si es un verdadero aventurero, tiene la oportunidad de vivir una experiencia tradicional de buceo en busca de perlas; y, si tiene suerte, ¡puede que encuentre alguna perla!
Ubicado aproximadamente a 50 kilómetros de Jizan, ciudad costera del sureste de Arabia Saudí, el archipiélago de Farasan se compone de más de 90 islas de coral y es reserva protegida de la gacela arábiga.
Las islas, que antes estaban habitadas por pescadores y buscadores de perlas, ahora son una de las mejores ubicaciones de la región para bucear y practicar esnórquel.
En el área abunda la vida acuática. Además de las 50 especies distintas de coral que alberga este entorno tan bien conservado, en las templadas aguas del Mar Rojo más cercanas a la costa hay más de 230 especies diferentes de peces, delfines e incluso tortugas carey en peligro de extinción.
Publicado: Julio 26, 2022
Etiquetas de artículo: Baréin , Mauricio , Mascate , Omán , Arabia Saudí , Seychelles , Tanzania , Zanzíbar
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