En Islandia, al sur del círculo polar ártico, el poder de la naturaleza se vuelve más real que nunca y cobra vida en cada paisaje a través de géiseres humeantes, espectaculares volcanes cubiertos de nieve, caudalosas cascadas, glaciares en constante movimiento y playas negras salpicadas de bloques de hielo. Es una isla rebosante de personalidad joven y salvaje que permanece intacta para disfrute del visitante. Prepárese para dejarse sorprender por un destino donde todo es extraordinario; báñese en sus lagunas geotérmicas, aventúrese a caminar sobre sus glaciares; realice una excursión en alguno de sus 130 volcanes; disfrute de sus noches mágicas y oscuras mientras espera el colorido espectáculo de sus impresionantes auroras boreales; y no se vaya de la isla sin descubrir la enorme riqueza cultural y artística de su capital, Reikiavik, orgullosa de un pasado vikingo repleto de tradiciones.