Aunque Suecia es mucho más que Estocolmo, la capital destaca por su característico casco urbano (Gamla Stan) y sus islas, a las que puede llegar en barco, y que acogen museos como el Vassa o el ArkDes. El país escandinavo ofrece además paisajes de postal: merece la pena explorar el archipiélago de Gotemburgo, repleto de pueblos costeros, así como la región de Dalarna, una opción estival ideal para los amantes de la naturaleza y el deporte al aire libre; o Smögen, un pintoresco pueblecito famoso por sus casitas de colores y sus mariscos. Los aficionados al senderismo tienen en el Kungsleden (camino real) su meca en plena Laponia, y sí, el país también cuenta con playas de arena como la de Tylösand. Por cierto, si Laponia es el motivo principal de su viaje, no olvide visitar Kiruna, población desde la que se organizan rutas para buscar auroras boreales.