Ucrania, debido al cruce de influencias entre Rusia y Europa, es uno de los lugares más sorprendentes de su entorno. Comience su viaje en la capital, Kiev, donde le esperan la famosa plaza de la Independencia y la gran calle Jreshchatyk, escenario de contrastes entre tradición y modernidad. Descubra el majestuoso Monasterio de las Cuevas, que data del siglo XI y es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Continúe su recorrido en Lviv, conocida como la cuna del nacionalismo ucraniano, donde le fascinará su arquitectura imperial: el Teatro de Ópera y Ballet o el Palacio de Potocki son dos de los monumentos más aplaudidos por los visitantes. La costa del Mar Negro es perfecta para relajarse y, además, en la palaciega Odesa podrá degustar los platos más típicos de la gastronomía ucraniana: el exquisito "borsch" (sopa de remolacha) o los deliciosos "varenyky" (raviolis rellenos), acompañados del mejor vino.