Guía del sur de Francia: qué hacer y dónde hospedarse

La parte sur de Francia ofrece tanto a los visitantes que podría ser un país en sí mismo. En el sureste se encuentran el litoral mediterráneo, bañado por el sol de la Costa Azul, y la idílica campiña de la Provenza, salpicada de ruinas romanas y viñedos. Hacia el oeste, a través de la orgullosamente independiente Marsella, le esperan la fascinante 'Ville Rose' de Toulouse y el paraíso del vino de Burdeos. Las ciudades turísticas cobran vida en pleno verano, pero el sur generalmente es lo suficientemente cálido para días de playa y largos paseos de mayo a octubre.

Los mejores lugares que visitar en el sur de Francia

Aix-en-Provence

Hay algo mágico en Aix-en-Provence, una encantadora villa donde las calles discurren entre plazas sombreadas y casas color miel. En su primer viaje a la Provenza, es uno de los mejores lugares para hospedarse. El hotel Renaissance Aix-en-Provence se encuentra a poca distancia a pie de los famosos mercados de alimentos, los mejores restaurantes y el rincón favorito de Cezanne para pintar; además, cuenta con dos bonitas piscinas (exterior e interior) para un relajante baño al final de la jornada. Las excursiones de un día pueden llevarle a pueblos cercanos por la Ruta de la Lavanda o al Palacio Papal de Avignon, uno de los edificios góticos más grandes e importantes de Europa.

Marsella

Marsella es la segunda ciudad más grande de Francia (Foto: Getty Images)

Marsella, segunda ciudad más poblada de Francia, es orgullosamente independiente en todo, desde la arquitectura hasta el acento. Los museos y galerías continúan abriendo a buen ritmo, con el Mucem, Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo, como visita obligada. Muy cerca de Marsella, los mejores lugares para visitar incluyen las solitarias playas del Parque Nacional Calanques o el pintoresco pueblo de pescadores, Cassis. Alójese en el AC Hotel Marseille Prado Velodrome para disfrutar de una alternativa más tranquila al centro y estar bien ubicado para conocer la costa.

Montpellier

La gran población estudiantil de Montpellier le da a esta urbe bañada por el sol un ambiente especialmente juvenil. Esa energía vibrante se extiende a su vida cultural, ejemplificada por la apertura del dinámico Museo de arte contemporáneo de Montpellier. Pero la ciudad también brinda una parte mucho más relajada, como el casco antiguo adoquinado que se presta a la exploración sin prisas o largos tramos de arena dorada en la cercana localidad de Carnon. El Courtyard Montpellier se localiza a poca distancia de los mercados cubiertos, con el Halles Castellane y su gran selección de productos locales, mariscos y vinos de Languedoc a la cabeza.

Cannes

Si se está preguntando adónde ir en busca de ostentación y glamur, este punto debería ser el primero de su lista. Cannes, tan famosa tanto por su bahía repleta de superyates como por su festival de cine homónimo, es el patio de recreo de la riviera. Un viaje al sur de Francia no estaría completo sin un paseo por el icónico Boulevard de la Croisette, del siglo XIX, que alberga numerosos palacios y las tiendas más lujosas. Perfectamente ubicado en plena Croisette se encuentra el elegante JW Marriott Cannes, con una playa privada ideal para posar en la arena como las estrellas de cine de la década de 1960.

Burdeos

Burdeos es una de las capitales del vino (Foto: Getty Images)

Burdeos está orgullosa de su estatus como una de las capitales mundiales del vino y en ninguna parte esto es más evidente que en el fabuloso museo La Cité du Vin. Si es aficionado al vino, naturalmente, también deberá probar el que se elabora en esta zona gala en alguno de los cafés repartidos por el gran trío que forman tres plazas del siglo XVIII: Place du Parlement, Place Camille Jullian y Place St-Pierre. Cuando haya explorado por completo estos venerables rincones, experimente la cara contemporánea de Burdeos con una estancia en el Renaissance Bordeaux Hotel, de fascinante arquitectura y muy cerca de La Cité du Vin.

Niza

Niza es una de esas ciudades francesas que enamoran al instante (Foto: Getty Images)

Niza, que se extiende por una ladera detrás de una larga playa de piedras, es una de esas ciudades francesas que enamoran al instante. Vieux Nice, con sus balcones ornamentados y callejones diminutos, da paso a bulevares bordeados de palmeras y grandes plazas. A lo largo de la costa, los clubes de playa intentan superarse unos a otros con sombrillas a rayas azules y blancas, y lujosas tumbonas. Encontrará más de un indicio de influencia italiana en lugares como Le Galet, lo que no sorprende dado que la frontera está a poco más de 20 km de distancia. El AC Hotel Nice propone cócteles y rosado francés en copas heladas, mientras Le Méridien Nice presume de las mejores vistas al mar desde su restaurante en el décimo piso, La Terrasse.

Qué comer y beber en el sur de Francia

Bullabesa

La verdadera bullabesa está más cerca de ser una ceremonia que un plato. Primero, se presenta el caldo, aromatizado con azafrán y servido con picatostes, rouille (salsa a base de aceite de oliva, miga de pan o patata, ajo y pimentón) y alioli. Luego, el pescado, cocido en el caldo pero servido por separado, que incluye variedades locales como cabracho, rubio y pez de San Pedro. Uno de los mejores lugares para comer bullabesa en Marsella es Chez Fonfon.

Socca

La socca es una tortita de harina de garbanzos deliciosa y crujiente (Foto: Getty Images)

Esta deliciosa y crujiente tortita de harina de garbanzos es una especialidad de Niza y rara vez se encuentra fuera del sur de Francia. Prepárese para esperar una larga cola para almorzar en Chez Pipo, donde han sido devoradas desde 1923.

Ratatouille

La ratatouille tiene su origen en el sur de Francia (Foto: Getty Images)

La ratatouille es uno de los mejores platos para probar en cualquier lugar de Francia, aunque tiene su origen en el sur. Las variaciones de esta receta son infinitas, pero en su corazón predominan las verduras propias del verano: tomates, berenjenas, calabacines, pimientos y ajo. Se pueden cortar en trozos o picar minuciosamente antes de guisarlas o asarlas.

Vino rosado

Más del 90 por ciento de los viñedos de la Provenza están plantados solo con uvas para hacer rosado (Foto: Getty Images)

Más del 90 por ciento de los viñedos de la Provenza están plantados solo con uvas para hacer rosado, un tipo de vino que ha de tomarse muy en serio, ya sean botellas de fincas propiedad de celebridades de Hollywood o dominios familiares más pequeños. Busque la palabra "récoltant" en la parte superior de la lámina que cubre el corcho, lo que significa que el vino fue embotellado por el productor, o la frase "mis en bouteille à la propriété".

Las mejores cosas que hacer en el sur de Francia

Pruebe practicar kayak en las magníficas Gargantas del Verdon (Foto: Getty Images)

Las playas de la Costa Azul son imperdibles, ya sea para tomar un cóctel bajo una sombrilla o caminar entre rocas para encontrar una cala privada. Típicamente mediterráneas, las bahías a veces son de piedras, con aguas tranquilas y translúcidas perfectas para nadar. Incluso las playas de ciudad, como La Salis, en Antibes, son adecuadas para tomar el sol durante el día, mientras que las de Saint-Jean-Cap-Ferrat y Villefranche-sur-Mer son las preferidas de muchos famosos.

Tierra adentro, las mejores actividades tienen lugar al aire libre. Los senderos para ciclismo y ciclismo de montaña atraviesan bellos parajes de matorrales aromáticos, mientras que los más valientes pueden enfrentarse a vertiginosos acantilados y puentes colgantes en la vía ferrata Demoiselles du Castagnet. Las caminatas más fáciles incluyen rutas alrededor del macizo de Mont Sainte-Victoire, y también hay muchas cosas divertidas para hacer con niños, como navegar en kayak por las magníficas Gargantas del Verdon.

Las vacaciones en el sur de Francia consisten en empaparse de su envidiable relajado ritmo de vida: tal vez, pasar la mañana en un mercado de alimentos locales, y la tarde paseando por pintorescas ciudades rurales o charlando con los lugareños mientras juegan a la petanca. Desde Niza, las visitas a los hermosos pueblos de montaña de Saint-Paul-de-Vence y Èze son dos buenas opciones. Desde Aix, aventúrese hasta el tesoro renacentista de Saint-Rémy-de-Provence. Incluso podría pasar la noche en un palacio del siglo XVII, el Hôtel de Tourrel, Saint Rémy de Provence, a Member of Design Hotels™.

Joyas ocultas en el sur de Francia

El río Garona atraviesa Toulouse (Foto: Getty Images)

La forma más fácil de olvidarse de las multitudes es dejarlas en la playa. Hermosos senderos costeros le llevarán rápidamente a bosques con olor a pino alrededor de acantilados rocosos. El tempestuoso Le Sentier du Littoral, que recorre las mega mansiones de Cap d'Antibes, es uno de los tramos más encantadores. Las cosas alternativas para hacer lejos de la costa incluyen visitar Colorado Provenzal, donde las antiguas canteras de ocre han dado lugar a un paisaje de acantilados anaranjados y dorados que parece de otro mundo.

Los fanáticos del vino deben dirigirse a Bandol, uno de los raros lugares de la riviera conocido por sus tintos. Se exportan poco, por lo que degustarlos en un recorrido por los viñedos es algo único; la Maison des Vins de Bandol puede aconsejarle sobre qué bodegas es mejor visitar.

Para recordar la escena festiva de los locos años veinte de esta zona de Francia, reserve una habitación en el AC Hotel Ambassadeur Antibes-Juan les Pins para asistir al festival anual de jazz Juan les Pins, que suele celebrarse en julio.

Puede parecer sorprendente ver una ciudad entre estas "joyas escondidas", pero Toulouse lo es. El tono del ladrillo utilizado en 'La Ville Rose' significa que la villa es, como sugiere su apodo, rosa pálido, y esto contribuye a su agradable atmósfera. Con una enorme población estudiantil, la lista siempre cambiante de espectáculos que se llevan a cabo en los antiguos palacios de Toulouse y las multitudes disfrutando en las terrazas a orillas del Garona son solo dos manifestaciones del espíritu joven y espontáneo de esta localidad gala.

Cortesía de la tendencia de la campiña circundante a producir fabulosas flores de jazmín y rosas, el municipio de Grasse es famoso por la producción de perfumes, con todo tipo de artículos aromáticos y dos festivales en torno a esta industria. Otro olor asociado con el sur de Francia es el aguardiente anisado Pastis, disfrutado en toda la región como aperitivo.

Profundice

Pocos lugares atrajeron tanto a los grandes pintores de principios del siglo XX como el sur de Francia. Picasso, Matisse y Renoir se encontraban entre los artistas que alguna vez trabajaron a lo largo de la Costa Azul. Una gran cantidad de museos y galerías que conmemoran su trabajo le ayudarán a conocer más su historia.

Publicado: May 04, 2023