Si ansía un viaje en un paisaje salvaje con montañas e innumerables ríos y lagos de pasmosa belleza, adéntrese en la pequeña y excepcional Armenia. A los pies de la cadena montañosa del Cáucaso menor, el país de los monasterios evoca con sus monumentos y su naturaleza el carácter espiritual y la valentía de su pueblo. Su capital, Ereván, es el punto de partida idea para explorar el pasado y el presente de los armenios. El conmovedor Monumento al Genocidio Armenio, Tsitsernakaberd, un homenaje a las víctimas armenias, no solo le acercará a la desoladora historia del país, sino que le transmitirá su mensaje de esperanza en el futuro. ¿Le encantan las historias insólitas? Visite el asombroso laberinto subterráneo de Levon y conozca su apasionante vida. En el corazón de Armenia, le espera el lago Sevan, un refugio perfecto para descansar con el Monasterio de Sevanavank como telón de fondo.