Sumérjase en el mosaico de culturas y religiones que representa Bulgaria. Cuando visite Sofía, una de las paradas obligadas es la imponente Catedral de Alexander Nevsky con sus icónicas cúpulas ortodoxas doradas. Rememore el pasado soviético de Bulgaria a través de los gigantescos monumentos brutalistas, como el Monumento a la armada soviética en el parque Knyazheska. Para conocer la identidad búlgara, asómese al Monasterio de Rila, un impresionante monumento histórico, cultural y arquitectónico Patrimonio de la Humanidad. No podrá apartar la mirada de los maravillosos frescos que decoran los techos de la galería en la iglesia de la Natividad de la Virgen María. ¿Un baño en el Mar Negro? La ciudad balneario de Varna no solo le encantará por sus famosas playas de agua cristalina y arena fina, sino que le sorprenderá con sus ruinas de las termas romanas o su cuidado Museo Arqueológico.