A orillas del mar Mediterráneo, Marruecos es un destino exótico que sorprende a todos los visitantes por su imponente patrimonio histórico y natural. Adéntrese en la cultura local recorriendo la vibrante ciudad de Marrakech, en la que destaca la singular plaza Jemaa el-Fna con sus característicos aromas y colores del zoco. Relájese después saboreando un delicioso cuscús y visite los famosos Jardines Majorelle, un santuario botánico que alberga plantas de todo el mundo. Continúe su viaje hasta llegar a Ouarzazate, considerada la Puerta del Desierto. Allí podrá admirar la bella ciudad de Ait Ben Haddou, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y escenario de películas como Gladiator. Los amantes del cine tampoco pueden dejar de visitar los Atlas Studios, considerados los más grandes del mundo. Para los más aventureros, nada mejor que recorrer el desierto del Sahara en todoterreno y contemplar un amanecer para el recuerdo.