A pesar de sus frías temperaturas, Polonia siempre le dará una calurosa bienvenida. Comience su viaje con la ciudad de Cracovia, donde su Plaza del Mercado y su casco urbano le enamorarán. No pierda la ocasión de visitar el Barrio Judío y la Fábrica de Oskar Schindler, dos muestras de la huella nazi aún presente. Si la historia es lo suyo, no se pierda el gueto y el cementerio judío en Varsovia. La capital ofrece al mismo tiempo una estupenda vida nocturna en el bohemio Barrio de Praga. Reserve excursiones al campo de concentración de Auschwitz y a las Minas de Sal, y dedique un día a Poznan, una ciudad medieval que hará las delicias de los aficionados a la fotografía. Si además quiere sentirse como el protagonista de una aventura épica, no pierda de vista el castillo de Malbork, la fortaleza gótica más grande de Europa.