Situado entre los continentes de Asia y Europa, Azerbaiyán destaca por contar con una sorprendente herencia cultural que combina tradición y modernidad a la perfección. Ejemplo de ello es Bakú, la capital y núcleo comercial del país. En la ciudad contrastan el pintoresco casco antiguo, conocido como Ciudad Vieja, cuyas murallas datan del siglo XII, con imponentes rascacielos como las Flames Towers, y sus fachadas cubiertas de luces led, o el Socar Tower, de 196 metros de altura. Otro de los puntos fuertes de Azerbaiyán es su gastronomía, apta para todos los gustos: desde los tradicionales kebabs hasta el caviar beluga, una exquisitez del mar Caspio. Para los amantes de la naturaleza, nada mejor que deleitarse con los bellos lagos del Parque Nacional de Göygöl y los impresionantes glaciares de Shahdag, el mayor parque de todo el Cáucaso.